
Mucha gente viene a Dios después de una vida de pecado, y es grandioso que venga de esta manera, porque Jesús dijo que vino para salvar a los pecadores.
Es mejor que aquellos que son religiosos y creen que no necesitan la salvación. Las personas se salvan una vez que han recibido al Señor Jesús como su Salvador, sin embargo, las personas con un pasado difícil a menudo se encuentran luchando por liberarse de él. La pregunta es, ¿cómo puede una persona liberarse de su pasado? La Palabra de Dios da algunas cosas importantes a considerar.
• Entender la salvación
Cuando no entendemos en qué posición nos coloca la salvación con Dios, entonces lucharemos para desconectarnos de nuestro pasado. Espiritualmente, posicionalmente, eternamente estamos conectados con Dios a través de la salvación. La salvación no es un cambio de vida; ese es el resultado de ella, pero la salvación misma es una vida nueva.
2 Corintios 5:17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.
Gálatas 6:15 Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale nada, ni la incircuncisión, sino una nueva creación.
A veces tratamos de usar la salvación para desconectarnos de nuestro pasado, pero no podemos dejar de usarla para eso, porque eso es lo que es. Aquellos que son salvos ya están desconectados de su pasado, solo deben implementar eso en su vida diaria.
Si creo que todavía soy un pecador, entonces creeré que está bien pecar un poco, pero sí creo que ahora soy un santo, entonces no hay excusa para pecar, y cuando lo haga, debo confesarlo inmediatamente.
• Vivir por gracia
Antes de ser salvos, el pecado nos dominaba hasta el punto de la muerte. No había forma de superarlo. Asimismo, la gracia gobierna ahora, pero la gracia no es como el pecado o la ley, dictatorial, la gracia gobierna en la medida en que nos sometemos a ella al someternos a Jesucristo. La gracia viene de Él y nos gobernará en libertad mientras nos sometemos a Él.
• Confesarse regularmente
Cuando reconocemos y confesamos nuestro pecado, podemos continuar caminando con el Señor en santidad, pero cuando aceptamos el pecado, estamos atrapados en él. Todos pecamos, pero no debemos vivir en el pecado o entrar voluntariamente en el pecado.
1 Juan 1:8-2:3 1 Juan 2:1 Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo.
• Caminando con Dios
Cuando caminamos con Dios en oración, en Su Palabra, en comunión, estamos siendo purificados y los caminos de la vida anterior se vuelven indeseables.
A veces queremos purificarnos para que Dios nos acepte y nos bendiga, pero es Dios quien es santo, y cuando pasamos tiempo en Su presencia, también nos santificamos.
• Separarse del mundo
Mientras pasemos tiempo en entornos que nos conecten con nuestro pasado, con el pecado, con la mundanalidad, lucharemos por dejar nuestro pasado atrás. El cristianismo está hecho para ser vivido en un ambiente cristiano; es el único lugar donde funciona correctamente.
